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FILE TITLE/NUMBER/VOLUME: HALPERIN, MAURICE HYMAN 201-128561 VOL. VI

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THIRD AGENCY DOCUMENTS - 201-128561 (HALPERIN)

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TOC 14 195 *29 DEC 968

TO Chief, WH Division INFO FROM Chief of Station, Mexico City SUBJECT CLASSIPICAT DOPATCH SYMAUX AND NO SECRET HM-A-17988 HEADQUARTERS FILE NO DATE X SO-4-3/5 20 October 1961 RE 43:3" (CHECK X ONE) MARKED FOR INDEXING NO INDEXING REQUIRED INDEXING CAN BE JUDGED BY OUAURED HQ. DESK ONLY Leftist Publication ACTION REQUIRED REFERENCEIS For your information SOURCE: LIFIER Attached for your retention is a booklet published by the Universidad Obrera de Mexico (UOM-Workers' University of Mexico), which is controlled and operated by the Partido Popular Socialista (PPS Popular Socialist Party), entitled Desarrollo Economico y Crisis en la America Latina (Economic Develop- ment and Crisis in Latin America). The booklet is written by Maurice Halperin, American Communist living in Moscow, and has an introduction by Vicente LOMBARDO Toledano, secretary-general of the PPS.

Millard C. CURTIS Attachment-1, as noted 18 October 1961 DISTRIBUTION 3-WHD w/attachment 2-Files

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MAURICE HALPERIN

DESARROLLO ECONOMICO Y CRISIS EN LA AMERICA LATINA

Ediciones de la Universidad Obrera de México, 1961 CS COPY 201-122511 20 Ceter

Enel To HMMA 17988 S3

Presentación

Fl autor de este estudio, el Profesor Maurice Halperin, es uno de los investigadores y catedráticos más prominentes de los Estados Unidos de Norteamérica. Nació en Boston en 1906. Obtuvo su bachillerato en la Universidad de Harvard en 1926 y la Licenciatura en Letras en la Universidad de Oklahoma en 1929. Dos años más tarde se doctoró en Letras y Ciencias Sociales en la Universidad de Paris y fue confe renciante en la Sorbona sobre la civilización de la América del Norte.

En los Estados Unidos fue catedrático de la Universidad de Oklahoma y Jefe del Departamento de Estudios Econó micos y Geopolíticos Latinoamericanos en la Secretária de Guerra y en la Secretaría de Estado en Washington, durante los años de la Segunda Guerra Mundial. Como consejero técnico del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas trabajó durante tres años, de 1946 a 1949. Volvió a su Universidad de origen, la de Boston, como catedrático y Jefe del Departamento de Estudios Latinoamericanos en donde prestó sus servicios hasta 1953.

Interesado siempre en el estudio de los problemas de las naciones de la América Latina, fue a Brasil en 1952 y trabajó como conferenciante er. la Universidad de San Pablo. Por su labor docente el gobierno del Brasil le otorgó la condecora- ción de "Oficial de la Orden do Cruzeiro do Sul". Posterior- mente estuvo en México, siendo Profesor Extraordinario de la Escuela Nacional de Ciencias Politicas y Sociales de la Universidad Nacional de México, de 1954 a 1957. Cooperó también como Asesor Económico del Departamento de Pro- moción de la Nacional Financiera y en otras institūciones gubernamentales y privadas de nuestro país.

Ha publicado numerosos estudios, entre otros el titulado "La América Latina en Transición", que editó la Universi- dad Nacional de México en 1956, asi como ensayos acerca de la economía y el desarrollo social en los Estados Unidos Francia, Alemania, Chile, Brasil y México durante el último cuarto de siglo.

El Profesor Maurice Halperin actualmente es un Profesor Visitante en la Academia de Ciencias de la URSS en donde está dedicado a investigaciones de carácter económico.

El estudio que tiene este pequeño libro, no obstante su brevedad es uno de los más completos sobre el actual pano- rama económico de la América Latina. Tanto las cifras como Ias observaciones y las inférencias lógicas que contiene, son de un inapreciable valor para los estudios de los pro- blemas de nuestro Continente. l'or eso pienso que prestará un gran servicio a quienes se dedican al examen de los gran- des problemas de nuestro tiempo, en el vasto territorio de los países semicoloniales del Hemisferio Americano.

México, D. F., agosto de 1961 VICENTE LOMBARDO TOLEDANO

Introducción

La América Latina está atravezando actualmente su tercera gran crisis económica del siglo XX. En general, las dificultades actuales pueden ser atribuidas a la excesiva vulnerabilidad hacia factores externos de una economía que depende de la exportación de materias primas y de la impor- tación de productos manufacturados. En este sentido es la clásica crisis del subdesarrollo neocolonial, como sucedió con el colapso del comercio internacional durante la guerra mundial de 1914 a 1918 -primera crisis- y con la depre- sión mundial al comienzo de la dácada del 30 segunda crisis.

La disminución actual de la actividad económica asumió, sin lugar a dudas, proporciones de crisis a principios de 1958. Aunque en algunos aspectos aún no ha alcanzado la intensidad de la segunda crisis, persiste con tendencia a profundizarse al entrar en su cuarto año. Al mismo tiempo, algunos aspectos de la crisis actual la distinguen de las ante: riores, imprimiéndole un sello especial.

En primer lugar, si bien como las crisis anteriores fue motivada por factores externos, esta crisis ha sido más sensible a los descensos y menos a las alzas de los movi- mientos cíclicos de las economías de los países capitalistas industrializados. El descenso de los precios de las exporta- ciones de Latinoamérica precedió a la recesión de 1957-58. en los Estados Unidos, y ésta condujo, a su vez, a nuevas mermas en las ganancias por concepto de exportaciones de América Latina. Sin embargo, la tendencia al descenso continuó después de la recuperación de los Estados Unidos (antes de la nueva recesión comenzada a finales de 1960).

MAURICK HALFERIN

y a pesar del alto nivel constante de la actividad económica en los principales países industriados de Europa Occidental.

En segundo lugar, hay muy pocas perspectivas de que los mercados normales de Latinoamérica puedan proporcionar en un futuro próximo suficientes ganancias por concepto de exportaciones como para restablecer la economía al nivel anterior. Como después de un exhaustivo análisis a largo alcance, declara la CEPAL (excluyendo el factor de una depresión mayor en los Estados Unidos o en Europa Occi- dental): "La perspectiva de aumento de las exportaciones... es tan pequeña que apenas excede el crecimiento demográ. fico probable". Este estudio prevé un ritmo de desarrollo que en el mejor de los casos sería un poco más de la mitad del registrado antes de la presente crisis y produciría extra- ordinarias presiones sobre la posibilidad de estructurar là economía y sus mecanismos de desarrollo.

En tercer lugar, el debilitamiento-general de los sistemas mundiales coloniales y neocoloniales, combinado con la ex- pansión económica del sistema mundial socialista, presenta nuevas oportunidades para contrarrestar las presiones ex- ternas, políticas y económicas, que se ejercen sobre Latino- américa para impedirle tomar medidas en defensa de sus economías nacionales. De particular importancia es la dispo- nibilidad de mercados y recurss económicos en los países socialistas, los cuales pueden ser utilizados para lograr una efectiva solución de la crisis económica presente.

De aquí que mientras la primera y la segunda crisis económicas latinoamericanas crearon la necesidad y las con- diciones para cambios económicos y político-sociales limita- dos dentro del sistema existente de dependencia neocolonial, la crisis presente parece estar desarrollándose bajo condi- ciones que requerirán y, al mismo tiempo, permitirán la éli minación de la propia dependencia en un período de tiempo relativamente corto. Los acontecimientos recientes en Cuba apoyan estas perspectivas y nosotros estimamos que los factores que causaron el rompimiento de Cuba con el sistema de dependencia neocolonial no constituyen una excepción. Esto puede demostrarse examinando los antecedentes de la presente crisis, por ejemplo, la actuación global de la econo- mía latinoamericana en el pasado reciente.

1.- El "florecimiento óptimo" de la economía latinoamericana

Por más de una década después del fin de la segunda guerra mundial (en términos generales, de 1945 a 1957), la actividad económica de Latinoamérica en su conjunto man- tuvo el mayor ritmo de expansión registrado en la región.

Para situar este periodo en su marco propio, deben formularse dos observaciones preliminares. La primera es que el nivel de partida del movimiento ascendente de la economía era relativamente elevado en la región y sustan- cialmente más alto que el nivel de desarrollo existente en las áreas dependientes de Asia y Africa. No solamente habia tenido lugar una recuperación sustancial, después de la catástrofe de comienzos de la década del 30, sino que tam- bién en las repúblicas de Latinoamérica mas desarrolladas y pobladas y con mayor capacidad productiva, se produjo un proceso considerable de sustitución de importaciones. Asi, la industria de elaboración que antes de 1930 representaba una pequeña proporción en la producción global de Latino. américa, alcanzó a fines de 1945 una equivalente al 65% de la contribución de la agricultura al producto bruto y fue, a su vez, considerablemente mayor que la contribución de la industria minera.

El segundo punto, que debe ser señalado, es que durante el período que consideramos prevalecieron condiciones ex- ternas excepcionalmente favorables. El impulso inicial para la-expansión económica fue la acumulación de divisas regis. stradá en Latinoamérica durante la segunda guerra mun- cial. Sin embargo, el auge económico fue estimulado principalmente por los gastos de reconstrucción, rearme y satisfacción de demandas pospuestas en los principales países capitalistas al final de la guerra. Los medios exter nos mediante los cuales Latinoamérica hubiera podido man- tener su ritmo de expansión, se restringieron fuertemente

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al terminar los reajustes de postguerra y, a partir de ese momento, comenzó a manifestarse la crisis actual

Desde este punto de vista, es particularmente interesante la evaluación de la experiencia económica de este periodo. Dado el nivel relativamente elevado existente al inicio del mismo y las oportunidades excepcionales de que se dispusie- ron, el desarrollo alcanzado puede representar algo así como el "florecimiento óptimo" de la economía latinoamericana, funcionando de manera tradicional. Por tanto, la cuantía en que ese "florecimiento" de la econonifa dejó de satisfacer las necesidades de desarrollo de la región, nos permitirá estimar las dimensiones reales de la crisis actual

De acuerdo con los datos recopilados por la CEPAL (ver el cuadro que sigue), el promedio acumulativo anual real de aumento del producto bruto de la región, fue de un 5% para el periodo de 12 años. Si excluimos los años de 1956 у 1957, durante los cuales la expansión de postguerra comenzó a ser menor, el indice fue de 5.2%. Para nuestros propó sitos la diferencia no es importante: incluso el indice menor alcanza o excede los de un cierto número de paſses indus- trializados en Europa Occidental y ciertamente excede el de los Estados Unidos para el mismo período.

LATINOAMERICA: El producto bruto y otros datos, 19-45-57 (miles de millones de dólares de 1950) Cifras redondas.

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DESARROLLO ECONOMICO Y CRISIS EN LA ANERICA LATINA

Es cierto que por haber aumentado la población de La- tinoamérica a un promedio anual de 2.5%, el índice del aumento anual del producto bruto per capita fue de sola- mente 2.7% para la "década dorada" y de 2.5% para el periodo de doce años. Sin embargo, aún esta última cifra es mayor que el histórico 24 de aumento anual del producto bruto per cápita en los Estados Unidos, aunque es a su vez varias veces menor que el de los países socialistas.

Es más importante el hecho de que el 2.5% represente probablemente más del doble del promedio anual "histórico" de desarrolo en Latinoamérica. Aunque no existen datos suficientes para establecer esta última afirmación en cuanto al conjunto de la región, puede suponerse que de 1900 a 1929 ningún país de América Latina superó el ritmo de desarrollo de Argentina, pues se estimó, como promedio, en un 1.2% per cápita anual. En el caso de México, por ejemplo, se cree que entre 1803 y 1934 no se registró prác- ticamente ningún incremento en los ingresos per cápita..

De lo antes expuesto puede inferirse la conclusión de que para el conjunto de la región el período que estamos exa- minando fue un período de incremento poco corriente de la actividad económica, o, más precisamente, de un aumento poco habitual del PEN, concepto que, de acuerdo con los usos oficiales en Latinoamérica y en las Naciones Unidas, incluye la producción de bienes y la de servicios, cuyo ritmo de aumento es comúnmente definido como desarrollo. Más adelante examinareinos hasta qué punto se puede confiar en este concepto para medir el desarrollo económico en Latinoamérica. Por el momento consideraremos los factores externos que estimularon durante este período la elevada producción de bienes y de servicios en esta región.

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2.- Los estímulos externos en la expansión económica de Latinoamérica

El comercio exterior ha ejercido siempre una influencia predominante sobre las fluctuaciones cíclicas de la economia latinoamericana. Así en 1932, en el climax de la gran de presión, las exportaciones de la región disminuyeron en un 65% en relación con 1929, mientras las importacinoes dismi- nuyeron, en un 75%. No obstante, una comparación entre el nivel del comerciò exterior en este año de crisis y el perio- do que estamos analizando, mostraría una cuadro deformado de su importancia en la expansión económica de 1945-57. De ahí que los datos de 1934-38, cuando se había producido un grado de recuperación aceptable, nos darán una base mejor para establecer comparaciones. Durante este último período el promedio anual de exportaciones e importaciones en conjunto llegaron a 3,500 millones de dólares, cifras re dondas, o 5,250 millones en dólares de 1950.9

Si consideramos nuestra tabla estadística, poder.vos ver que hacia 1947, cuando la tendencia a la expansión del c? mercio exterior en el período de la postguerra ya se habis desarrollado completamente, el total de las exportaciones de las importaciones llegó a poco más de 14,000 millones de dólares de 1950, o sea, un aumento de más del 170% sobre el promedio anual de 1934-38. Además, de 1945 a 1955, el poder adquisitivo de las exportaciones latinoamericanas aumentó en un promedio anual de 5.4%, o sea ligeramente más que el ritmo de crecimiento del producto bruto de la región. Es evidente que habían llegado mejores tiempos para Latinoamérica.

Es necesario un análisis posterior sin embargo, para deter minar el papel desempeñado por el comercio exterior en la experiencia económica de la región después de la segunda guerra mundial. Si retornamos al período relativamente pre industrial anterior a la gran depresión de 1925-29, nos en- contramos con que el coeficiente de importaciones, es decir,

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el valor de las importaciones en tantos por ciento del pro- ducto bruto nacional, se mantuvo en un 82. En el periodo correspondiente de 4 años en la década siguiente, cuando el comercio exterior de Latinoamérica habia vencido los efec- tos de la depresión, el coeficiente de importaciones ro alcanzó su nivel anterior y se mantuvo en un 16.6%. Esta nueva relación, mejor incluso desde el punto de vista del desarrollo económico, entre el PBN y el comercio exterior, reflejaba el progreso alcanzado en la producción local de bienes de consumo, especialmente en los paises más avanzados como Argentina, Brasil, México y Chile.

Cuando durante la segunda guerra mundial las importa- ciones fueron de nuevo drásticamente reducidas, se registró en impetu adicional para la expansión de la industria ligera. Como consecuencia, al comenzar el periodo de la postguerra la estructura de la economia era tal, que a pesar de la extra- ordinaria mejoría del comercio exterior, en comparación con el periodo de recuperación posterior a la depresión de 1930, la relación entre el PBN y las importaciones no volvió al nivel de 1925-29. En su lugar, como indican las cifras de nuestra tabla estadística, las importaciones fluctuaron alre- dedor del 16 del PBN, manteniéndose, por tanto, al mismo nivel relativo de 1934-39.

A primera vista ésto pudiera indicar una disminución de la importancia del comercio exterior en la provisión de los medios para la reciente expansión de la actividad económica en la América Latina. No obstante, un examen más detenido nos demuestra que lo cierto es justamente lo opuesto. La evidencia más palpable se advierte en la adquisición de ma- quinaria y equipos capaces de producir una expansión en las exportaciones de materias primas, así como de aumentar la producción de la industria de elaboración. En este sector de inversiones, obviamente estratégico, que representa apro- ximadamente el 25% de las inversiones totaies, la produc- ción local suministró menos del 10 de los productes obte- nidos. El resto fue comprado en el extranjero y representó cerca del 33% del valor total de las importaciones.

Asi es claro que el cambio en la estructura de las impor- taciones de Latinoamérica devino un factor nuevo y crucial tendiente a perpetuar su dependencia del comercio exterior. Antes de 1914, por ejemplo, los textiles solamente consti- tuían más de la mitad de las importaciones." Durante los años 30, aunque se produjo un aumento notable en la pro-

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porción de bienes duraderos y de capital, la mayoría de los bienes importados eran todavía bienes de consumo y mate- risles de construcción. Sin embargo, después de 1945 el baiance cambió definitivamente. Si a la maquinaria y a los equipos añadimos productos semielaborados y materias pri- mas industriales, como varios tipos de acero, productos quimicos, caucho, etc., y combustibles, nos encontramos con que para 1955, cerca de las dos terceras partes de las im- portaciones totales de la región, consistieron en medios de producción y suministros para los mismos. En resu- men, las exportaciones de Latinoamérica, que básicamente determinan su capacidad para importar, fueran indudable. mente el elemento decisivo para momover la expansión eco- nómica de 1945 a 1957."

El carácter único de la situación externa favorable que influyó en la actividad económica de este período, requiere algunes comentarios adicionales para ser bien comprendido. El gran aumento de la capacidad de importación de Latino- américa no se debió solamente a la demanda excepcional de postguerra de que disfrutaron sus exportaciones, sino tam- bién a otro factor relacionado con ello, aunque menos co- rriente.

En común con todas las otras regiones dependientes, el comercio internacional de Latinoamérica ha sido adversa- mente afectado por la tendencia histórica hacia una creciente diferencia entre el pequeño aumento de precio de sus expor- taciones de materias primas y el aumento mayor de los precios de los productos elaborados que importa. Como resul- tado, con fluctuaciones considerables de año en año y de un país a otro, dependiendo de los productos de exportación y de la fluctuación de la estructura de las importaciones, para la región en conjunto, a largo plazo, las condiciones del comercio exterior se han ido deteriorando."

Sin embargo, un extraordinario cambio de esta tendencia tuvo lugar para el conjunto de la región y en todas las repú- blicas consideradas por separado: menos Cuba y Argentina, en la década siguiente a la segunda guerra mundial. En ocho de las repúblicas, incluyendo Brasil, Colombia y Chile, los terminos del comercio exterior durante los perídos de 1947- 1949 г 1954-56, mejoraron de un 45% a un 100%. Como résultado, más de la mitad del aumento del poder adquisitivo de las exportaciones de Latinoamérica se debió a los efectos de las mejores condiciones del comercio exterior y el resto

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correspondió a un aumento en el volumen de las exporta- ciones."

Saldría de los límites de esta discusión examinar en detalle las fluctuaciones y la complejidad de los factores que afec- taron la evolución de los precios de las exportaciones y de las importaciones principales de la región. En el caso del café, por ejemplo, que para más de la tercera parte de las repúblicas es uno de los principales productos de exporta- ción, una aguda, aunque pasajera disminución en la produc- ción brasileña causada por condicionės atmosféricas adver- sas, elevó los precios y estimuló una serie de compras espe culativas. Con respecto a las importaciones, la tendencia hacia la sustitución de bienes de consunio por bienes de capital jugó un papel importante, ya que los precios de estos últimos tendieron a aumentar más lentamente que los pre- cios de los bienes de consumo. 17 Además, los precios de los productos elaborados de Europa Occidental tendieron a decli- nar durante cierto período debido a la devaluación de la libra esterlina y otras divisas y en algunos países tuvo lugar cierto cambio hacia fuentes de abastecimiento europeas.

No obstante, el factor principal en la mejoría de los tér-. minos del intercambio fue el aumento de precio de las exportaciones de Latinoamérica, motivado por la demanda extraordinaria causada por la situación de la postguerra a la cual nos hemos referido. De manera que fueron circuns- tancias especiales, en lugar de fuerzas económicas básicas, las que produjeron la variación en los términos del comercio y el mantenimiento de la tendencia durante un período tan largo. Cuando estas circunstancias desaparecieron, la ten- dencia histórica a la decadencia volvió a manifestarse y llegó a su fin este período de "florecimiento óptimo" de la economía. En 1958 el aumento per cápita del PBN fue sola- mente de 0.5%, descendiendo a 0.3% y en 1959 y a un nivel probablemente aún más bajo en 1960.18

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3.- Otras consideraciones acerca del tema principal

Examinando ahora la actividad económica propiamente dicha, recordemos que para Latinoamérica, en conjunto, el promedio anual de aumento del PBN per cápita, fue de 2.7% para la década posterior a la guerra y de 2.5% para los 12 años. Considerando las repúblicas por separado, la gran ma- yoría compartió esta expansión en un grado mayor o menor y relativamente se registraron pocas variaciones en los ni- veles comparatives de sus respectivos PBN per capita, sin embargo debe examinarse la tendencia en algunos de los países más importantes.

. El ritmo de desarrollo de México, aunque aminoró después de 1950, fue aproximadamente el mismo que el del conjunto de la región durante el periodo de 12 años. En 1957 el PBN per cápita de México alcanzó 280 dólares, siendo todavía menor que el nivel de 335 dólares registrado en ese año para el conjunto de la región."

La marcha de la economía brasileña fue notablemente mejor que el promedio, con un incremento anual per cápita de cerca de 3.5. Como resultado, durante los 12 años, el PBN per cápita relativamente bajo del Brasil mejoró sufi- cientemente llegando a ser en 1957 aproximadamente igual al de, México. El fenómeno brasileño refleja en parte la situación especiamente favorable de los países exportadores de café. Así, el aumento de! per cápita de los países produc- tores de café de Centroamérica y de Colombia fue mayor que el promedio de Latinoamérica. Esta última República, por ejemplo, registró un incremento anual per cápita de cerca del 3% entre 1945 y 1957.

En el caso de Argentina, se notó una desviación conside- rable. del ritmo medio de desarrollo regional. Aunque de 1945 a 1948 se registró un extraordinario incremento anual per cápita de 6.4%, para el periodo de 12 años, el aumento

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promedio per capita fue solamente de 1% anual Un factor significativo de la decadencia posterior a 1948 fue la situa- ción desfavorable de las exportaciones argentinas de carnes y granos.. Como resultado se produjo un continue empeога- miento en los términos del comercio exterior, tendencia excepcional en la América Latina, compartida solamente por Cuba como indicamos anteriormente. Sin embarga con un PBN per capita de 525 dólares en 1957, el nivel argentino se mantuvo muy superior ai promedio latinoamericano y solamente detrás de Venezuela, país del que trataremos posteriormente".

La desviación chilena de la norma regional fue aún mayor que la argentina. De 1945 a 1955 el PBN prácticamente se mantuvo, mientras que en los años siguientes disminuyó alrededor de un 8%. En realidad, a partir de 1953 el ritmo de desarrollo no logró mantenerse al nivel del aumento de población. Asi el PBN per capita chileno que en 1945 era bastante más elevado que el promedio latinoamericano, dis- minuyó a menos de 300 dólares en 1957.

La experiencia chilena también es excepcional desde otro punto de vista. La economía del país se mantuvo estancada, aunque disfruto de una mejoría sustancial en las condiciones del comercio exterior. Este fenómeno refleja en parte el fracaso de las ganancias posteriores a la segunda guerra al no lograr recuperar lo perdido después de la debacle del cobre en la depresión del 30, pero más aún refleja la disi- pación improductiva de los recursos adquiridos durante el período de bonanza posterior a la guerra".

Finalmente, Cuba, duramente afectada por la caida del precio del azúcar después de la guerra de Corea y a pesar del alza de 1956-57, tampoco logró elevar su PBN per capita durante el periodo de doce años. El PBN per cápita de Cuba, que era de 485 dólares en 1957. se mantuvo considerable- mente más elevado que el promedio de Latinoamérica.

De aquí que el desarrollo extremadamente lento de la Argentina y el estancamiento de Chile y Cuba (que juntas constituyen aproximadamente el 17% de la población de América Latina) representan tendencias no comunes y, por consiguiente, su situación excepcional debe ser tenida en cuenta. Sin embargo, desde el punto de vista global, el caso. de estos países no invalida el significado, cualquiera que este sea, que pueda ser atribuido a los cálculos oficiales del des- arrollo de Latinoamérica en conjunto.

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4.- Perspectivas de aumento aparente del PBN.

Ha llegado el momento de preguntarnos, ¿cuál es el signi ficado de los cálcuos oficiales mencionados anteriormente? ¿Qué desarrollo y que tipo de desarrollo fue el alcanzado durante este histórico "florecimiento óptimo" de la eco- nomia de Latinoamérica? Comenzaremos aceptando en su valor nominal la cifra de 2.5% como promedio anual de incremento per cápita del PBN de la región. Como ya vimos, el PBN alcanzó en 1957 su cifra mäs alta de todos los tiem- pos: $35 dólares. Si Latinoamérica pudiera recuperarse y mantener ininterrumpidamente su ritmo de desarrollo de 1945 a 1957, a partir del momento en que se produjera esta recuperación, tardaría alrededor de 55 años para alcanzar el PBN per cápita de Francia o Inglaterra en 1957 que fue de 1300 dólares. Alcanzar el PBN per capita de los Estados Unidos en 1957, que era de 2600, dólares, demandaría cerca de $5 años.

Si consideramos las posibilidades hipotéticas de algunas de las repúblicas latinoamericanas por separado, el pronós- tico no sería más alentador. Aunque Brasil, con su ritmo de desarrollo de 3.5% per capita, estaría en condiciones más ventajosas que la mayoría de las otras repúblicas, desde el momento en que su economia se recuperara, le exigiría 4